“Cereales de invierno tendrán rendimientos muy por debajo del año anterior”
6 octubre, 2017Entrevista: Esteban Hoffman en «Tiempo de Cambio»
17 enero, 2018Orgulloso de su emprendimiento Unicampo Uruguay, que lleva 24 años de actividad, el Ing. Agr. Esteban Hoffman se aprestó a conversar con Tardáguila Agromercados para ser la próxima entrega de Emprendedores. Cumpliendo 30 años como docente, luego de haber entrado en 1987 a la Facultad de Agronomía como ayudante honorario, hoy en día “Tato” además de ser Profesor Adjunto de Cereales y Cultivos Industriales, está fuertemente involucrado en la investigación, es productor ganadero y Director General de Unicampo Uruguay. Hoffman contó detalles de la formación de Unicampo Uruguay, además de las principales tendencias de la agricultura en el país, entre otras cosas.
¿Cómo se formó Unicampo Uruguay?
Por mi historia vinculada a la producción —si bien era ganadera—, siempre tuve gusto especial por la información; el manejo, la generación y el uso de la misma. En el momento que se funda Unicampo Uruguay, a inicios de los 90’, había muy poco trabajo para los agrónomos y casi nada de trabajo para los agrónomos jóvenes. Básicamente los agrónomos que trabajaban eran los agrónomos mayores, donde el área agrícola asesorada por profesionales directos era muy baja. No podía ser que no hubiese espacio y lugar para un equipo multidisciplinario.
En el 91-92 empezamos con agrónomos compañeros sobre la idea de formar lo que en su momento se conocían como consultoras, que por otra parte había varias en Uruguay; gente de Paysandú no nos daba muchas esperanzas. Pero en el año 1993 con Oswaldo Ernst, “Bebe” Castiglioni, “Tito” Rinaldi y Fernando Urruti decidimos juntarnos para trabajar, y al poco tiempo conseguimos nuestro primer cliente, que dio comienzo a la actividad de lo que hoy es Unicampo Uruguay.
¿Cómo fueron los inicios del emprendimiento?
Somos de los que piensan que los procesos son largos y lentos, lo que conduce a que maduren. La década del 90’ se llevó a muchos productores y se desarticularon muchos equipos consultores, pero como nosotros éramos jóvenes y teníamos muy pocos requerimientos, además de tener otras actividades, pasamos el período más difícil y llegamos vivos hasta el 2002-2003. Lograr que 14 profesionales trabajen en conjunto no debe verse como algo sencillo de lograr. Hoy Unicampo Uruguay es un equipo multidisciplinario, con áreas de especialización para cada uno, con un rango de edades que lleva a que el trabajo en equipo sea aún más interesante, ya que estamos los que ya tenemos más de 50 hasta los que no tienen 30. La fuerza de trabajo hoy, muy traccionada por los más jóvenes, contribuye a que el grupo no se estanque, un aspecto fundamental en un equipo maduro y con experiencia, porque si se estanca, en realidad retrocede.
¿Cómo se hace para mantener el mismo impulso que al principio?
Es que yo creo que hoy en día el impulso que tenemos es mayor que al principio. Antes la fuerza sólo la daban la juventud y las ganas de querer “comerte la cancha”. Hoy en día la fuerza, el estímulo, lo aporta el hecho de tener una clientela importante, que está conforme y es de baja reversibilidad. Los clientes no se van, salvando las excepciones, ajenas a nuestra actividad. Algo que creo nos ayuda muchísimo en este sentido es el ambiente de trabajo, invertimos tiempo en que sea estimulante para todos los integrantes. La diversidad en el trabajo es una de nuestras principales características, acompañado por el nivel técnico logrado, que cuando se trabaja en equipo es elevado. Dedicamos esfuerzo a tratar de lograr el clima de trabajo, además del ambiente físico, que permita trabajar de manera muy cómoda. En Unicampo Uruguay no hay competitividad entre los integrantes: trabajamos en conjunto, no importa quien resuelva un problema, lo logros son de todos. Hoy somos todos profesionales trabajando en el equipo de —y no empleados de— Unicampo Uruguay.
¿Cómo interaccionan las actividades de asesor productivo con la de investigador?
Aunque en particular me toca ser responsable de mantener por las implicancias una banda ancha de separación en el trabajo, son absolutamente complementarias, mirado desde los dos lados. La información que se genera a nivel de producción adquiere un valor enorme para investigación; vivirlo, conocerlo, y tener la información para poder contarlo, hace la diferencia. Trabajar en investigación y docencia brinda un nivel de conocimiento que es obvio nos facilita mantener un buen nivel profesional. A su vez al estar conviviendo con los problemas, conociendo los modelos de decisión y de uso, retroalimenta favorablemente la actividad de investigación. La actividad docente es un entrenamiento constante, que te conduce al conocimiento y manejo de mucha información, la que está disponible para todos, pero que se nos hace más fácil. Uno se transforma en lo que hace y cómo lo hace, por lo que nos transformamos en un grupo técnico que trabaja esencialmente con mucha información, que analiza la información e integra bases de datos. Esto además nos lleva a ser un equipo que valora y utiliza toda la información que se genera en el país, región y extra región.
¿Qué valor se le da a la información?
Unicampo Uruguay creo hoy es conocido por la información que maneja, complementada por el tiempo dedicado a su procesamiento y estudio. Pero quizás el potencial desarrollado, se inicia desde hace ya mucho tiempo, al cuidado en su almacenamiento, rastreabilidad, conformación de grandes bases de datos manejables, tiempo y recursos puestos al servicio para procesarla y analizarla y devolverla a los clientes. Quizás por esto nos fue posible ser el primer equipo consultor en el área agronómica del asesoramiento técnico en certificar la ISO 9001. Rescato la interacción constante con nuestros clientes, que nos lleva a un nivel de exigencia constante. Estamos convencidos que cada vez más la información va a ser un valor enorme. Hoy por ejemplo nos da elementos claves para conducir procesos dedicados a racionalizar los costos de producción, mejorar la productividad, diseñar mejores sistemas de producción, entre otros. En un escenario de costos altos, precios bajos y rendimientos que crecen lentamente, la sobrevivencia pasa por lograr un costo tonelada competitivo, sin afectar nuestros recursos.
¿Qué perspectivas observa a futuro en la agricultura en Uruguay?
A veces cometemos errores al responder este tipo de preguntas, y terminamos sin quererlo en la futurología. Las veces que abrí la boca en el pasado para decir eso me equivoqué. Por falta de experiencia, por no considerar lo que estaba para ser considerado, o sencillamente decir que no por falta de elementos. Es muy difícil opinar sin entrar a pronosticar el futuro, sin plantear escenarios, más allá de cuál de ellos pueda ser el que prime. Podríamos pensar que si los precios vuelven a subir, vamos a tener mucha más soja, y muchos para volver a aprovechar la coyuntura volverán sobre los mismos errores que hemos recientemente cometido. Pero si los precios no cambian, es factible pensar que el sistema va a tener que cambiar para que el área no caiga definitivamente, aunque ello implique por un tiempo una retracción del área agrícola.
Somos de los que opinamos va a ser difícil cambiar -o que crezca- el sistema que nos imaginamos rotando con pasturas, sin que se desestimule el contrato a corto plazo y bajen las rentas. Nada nuevo agregamos si decimos que es muy difícil en gran escala incorporar las pasturas o componentes con leguminosas que no sean para cosecha con contratos de uno o dos años, o contratos que no es factible pensar que dominen a siete años con 900 kg de soja. Pero hay que ser realista, hay cosas que llegaron para quedarse, más allá de que ya hay un área rotando con pasturas que no se puede tildar de despreciable, pero puede considerar que no volveríamos al sistema típico que rotaba con pasturas en la última década del siglo XXI. El desafío es muy importante, en el país, al que debemos sumar algunas nuevas a amenazas, sobre las cuales hay menos margen para el error, como el de las super-malezas, que ya están en las gateras.
Fuente: Tardáguila