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13 abril, 2020Con la propuesta comercial “Vos Elegís”, Procampo Uruguay y KWS presentaron los híbridos disponibles en el mercado y los que estarán para el próximo verano.
Con el maíz “como bandera” en Argentina y Uruguay, KWS y Procampo Uruguay realizaron una jornada donde presentaron el trabajo de mejoramiento y desarrollo que realiza KWS, con nuevos materiales y aportes técnicos vinculados a la fertilización nitrogenada en maíz.
Federico Larrosa integrante de la compañía alemana fundada en 1856, destacó a VERDE sobre “los esfuerzos en recursos humanos y económicos que se vienen llevando adelante para el desarrollo de nuevos materiales a partir de dos programas de mejoramientos pensados para esta región, que ya llevan más de 15 años de trabajo”.
Dijo que KWS tiene una variada línea que está enfocada en la generación de materiales para la producción de grano y para silo. Por un lado, la línea que sigue el programa de mejoramiento pensado para producir grano persigue atributos, como alto rendimiento, un color de grano “más anaranjado”, que permite mejorar el guardado en silo bolsa porque se “rompe menos”. El color también es un atributo buscado por los productores de carne de pollo, según explicó el integrante de KWS.
La velocidad de secado debe ser más rápida que la destinada a silo, ya que “los que siembran maíz grano quieren sacarlo rápido del lote. A estos productores no les interesa mucho la planta, por eso son más chicas, lo que genera menos vuelco y quebrado al momento de cosecharlo”, indicó Larrosa.
Por otro lado, están las líneas de aptitud silera, pensadas para producir carne o leche con características totalmente diferentes. “Esto necesitó de dos programas de selección, porque no es lo mismo salir a mirar las demandas de la producción de granos que salir a buscar materia seca digestible, buen tamaño de planta, una determinada ventana de picado, entre otros elementos”.
Larrosa señaló que las novedades y los lanzamientos que se han venido realizando, surgen por “haber definido un trabajo focalizado por parte de KWS. Hoy contamos con una diversidad muy interesante en maíz, desde los sileros hasta los doble propósito, que son los híbridos que sirven tanto para grano como para silo”.
Enfatizó que el concepto de la propuesta comercial de KWS es “Vos Elegís”, lo que significa que la compañía se focaliza en el mejoramiento genético para llegar con los híbridos más competitivos en los diferentes usos, y eso va acompañado con la biotecnología que la chacra del productor demande. “Somos una empresa de genética que se dedica a mejorar maíz. Buscamos entregarle al productor la opción que más le convenga”, explicó.
KWS trabaja con la mayoría de los eventos biotecnológicos disponibles en el mercado, como Viptera 3, VT3pro, GL Stack y también con la tecnología Clearfield.
Larrosa indicó que la apuesta pasa por brindarle al productor la opción que más se adapte a su necedidad. “No tiene sentido que el agricultor pague por algo que su ambiente o sistema de producción no demanda. Por eso, hacemos hincapié en ‘Vos Elegís’, como concepto, puntualizó.
Por su parte, el también integrante de KWS, Mauricio Acosta, repasó los materiales presentados y sus características. Señaló que el KM 3927 en su versión VIP3, que además tolera la aplicación de glifosato y glufosinato de amonio, fue lanzado en esta zafra. “Se trata de un material destinado exclusivamente a grano. Nos aporta cabeza de cosecha por su alta velocidad de secado, y nos permite comenzar antes con la cosecha. Tiene una madurez relativa de 119 días y se destaca por su alto potencial de rendimiento”, señaló.
Pensando en los lanzamientos de cara a la próxima campaña, Acosta informó sobre el híbrido KM 3916 GL Stack, un ciclo intermedio destinado a cosecha de grano. “Es un material que en Argentina y en Uruguay lo estamos viendo muy bien, por el alto rendimiento y su comportamiento sanitario”, comentó.
Además, consideró que ese híbrido “será un suceso en el mercado de semillas de maíz”.
Acosta señaló que el híbrido KM 4480, en su versión VT3Pro, “es un material dual que se puede cosechar tanto para grano como para silo, con gran respuesta a siembras tardías y alto potencial de rendimiento”.
A su vez, KWS y Procampo están lanzando el KM 4580 VT3Pro, que también se puede destinar tanto para grano como para silo.
El especialista sostuvo que la densidad de siembra de estos híbridos depende del rendimiento esperado en el ambiente elegido por el agricultor. “KWS no se caracteriza por recomendar determinado número de semillas por hectárea. Tenemos la ventaja de tener híbridos con flexibilidad de espiga que, con planteos de 50.000 a 60.000 semillas, nos permiten tener de muy buenos a excelentes rindes”.
Gestión del nitrógeno
El ingeniero agrónomo Esteban Hoffman, director de Unicampo Uruguay y docente de Facultad de Agronomía, indicó que cubrir los requerimientos de nitrógeno que demandará el maíz dependerá del suelo y del rendimiento.
“La clave es gestionar el nitrógeno de forma objetiva, para que las chacras no tengan las misma cantidad, ni se aplique en el mismo momento. Mientras tengan cantidades relativamente parecidas, más allá de la estrategia del productor, de aplicar más cuando está húmedo y menos cuando está un poco más seco”, resaltó.
Hoffman explicó que, en una chacra sin restricciones, que permite rendimientos de 15.000 kilos por hectárea (kg/ha), el manejo correcto debe incluir una buena fertilización en la siembra, luego en V5 – V6, sin olvidarse de realizar los ajustes también en V10 – V12. “Ese estado es el de máximo consumo, y una deficiencia en ese momento impacta tremendamente en el rinde del maíz”, aseguró.
Para saber cuáles son los requerimientos, Hoffman explicó que “la última hoja desarrollada es un buen indicador del estatus nutricional, porque los niveles críticos van cambiando con el potencial”.
Agregó que un maíz que puede alcanzar los 15.000 kg/ha tiene un nivel crítico distinto en hoja al que pueda tener un maíz de 10.000 o 5.000 kg/ha. “Un maíz de bajo rendimiento esperado, resultado de problemas ambientales o de agua, no tendrá respuestas a la fertilización nitrogenada de forma tardía. La respuesta tardía está dada por maíces que comenzaron a incrementar la demanda y no alcanza con la corrección temprana”, afirmó.
Explicó, a modo de ejemplo, que si se piensa en maíces de alto potencial de rendimiento, bajo riego, los niveles críticos en V5 y V6 rondan las 27 partes por millón de nitrógeno como nitrato. Cuando ese cultivo está en V11 o V12, si ya se fertilizó en V6, los valores para 15.000 kg/ha rondarían las 3,1 a 3,5 partes por millón; pero eso depende del material genético.
Hoffman destacó el crecimiento que hubo en la aplicación de nitrógeno posemergencia. En 2011/12 la cantidad rondaba los 70 kg/ha, mientras que el año pasado rondó los 130 kg/ha. “Cada vez se aplica más nitrógeno y el rendimiento crece a un ritmo muy importante, cerca de 200 kg/ha al año. El año pasado no llegamos a 8.000 kilos de promedio, pero estuvimos cerca. Sí hubo departamentos enteros con rindes promedio de 8.500 kg/ha. Hoy toda la información muestra que estamos entre 80 y 100 kg/ha de nitrógeno por debajo de lo que sería una fertilización nitrogenada óptima para ese nivel productivo”.
Propuestas para sorgo
En la jornada de campo también se pudo observar el comportamiento de la paleta de sorgos de Procampo Uruguay, disponibles para el mercado uruguayo, que son provistos por el criadero San Pedro.
El ingeniero agrónomo Alfredo Silbermann, gerente técnico de la empresa, destacó la disponibilidad de materiales, tanto de ciclos cortos como largos, de taninos medios, bajos, sin taninos o de grano blanco. En un portafolio que contempla sorgos sileros, forrajeros, sileros fotosensitivos, graníferos y de doble propósito.
Dentro de los sorgos graníferos “se destaca el Atacama, un material de alto potencial de rendimiento, indicado para siembras de primera en chacras de mayor potencial. Mientras que en ciclos cortos, se recomienda a Tupí, para siembras tardías o de segunda”.
Silbermann consideró que el cultivo de sorgo tiene mucho para ganar en manejo. “Su rusticidad determina que no ocupe los mejores ambientes”, admitió. “Estamos tratando de tener poblaciones de 220.000 a 230.000 plantas por hectárea, y un ajuste de nitrógeno según los requerimientos del sorgo, midiendo nutrientes en el suelo y en planta”, indicó.
Fuente: Revista Verde