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3 diciembre, 2016Esteban Hoffman planteó que no se puede sembrar el cultivo sin aspirar a producir al menos 4.000 kilos por hectárea.
Los acopios pasan US$ 135 por tonelada de trigo pero los productores noestán dispuestos a vender. Como aún no se sabe a qué precio se venderá el producto, la rentabilidad del cultivo sigue siendo una interrogante. «Parece claro que no se puede hacer trigo si no trabajamos para lograr al menos 4.000 kilos por hectárea. Quienes mejoraron su forma de trabajo o quienes ya venían haciendo las cosas bien logran superar esos rendimientos», dijo a El Observador Agropecuario el profesor de Facultad de Agronomía y
director de Unicampo Uruguay, Esteban Hoffman.
Sin embargo, analizó que con un trigo a US$ 140 por tonelada, los costos oscilan y equivalen a 3.600 o 3.800 kilos por hectárea, si se agregan solo 100 a 120 kilos de nitrógeno. «Con estas cantidades de nitrógeno en chacras viejas, con más de 10 años de agricultura, no es posible superar fácilmente estos costos de producción en promedio. Pero quienes tienen los suelos aún en buenas condiciones y si en un año como este ajustaron el nitrógeno, tendrán buenos rindes. Creo que este año nuevamente la rentabilidad se obtendrá con rinde solo si la calidad permite al menos captar ese precio. ¿Qué precio final se recibiría por un trigo con baja proteína?», planteó el agrónomo.
Recordó que el promedio de proteína en la zafra del año pasado fue 9,5%, un nivel medio muy bajo, problema que en parte se resolvió mezclando con trigo de alta proteína de zafra anteriores. «¿Qué chances tenemos de poder resolverlo de la misma forma si este año la proteína en grano vuelve a ser baja?», cuestionó.
Según Hoffman esta zafra pinta para rendimientos altos, sin considerar el pH y otros aspectos vinculados a la calidad. «El nivel de proteína en grano será un reflejo fiel de cómo hicimos los deberes», dijo hace un par de semanas. Señaló que en el litoral norte, donde se realizaron las primeras trillas, no se sembró un área importante de trigo. Las tareas se retrasaron más de lo normal por el invierno frío y con exceso hídrico, y porque octubre fue fresco. «De los casos que conozco, porque son clientes directos de Unicampo Uruguay, o porque son colegas con los que estamos trabajando en conjunto, es evidente que se están eligiendo las mejores chacras para los cultivos de invierno, con
una inversión importante en nitrógeno. Veremos cómo terminamos», remarcó Hoffman mientras avanzaban las cosechas de invierno.