Hoffman: “Ojalá me equivoque, pero no creo que tengamos 2.000 kilos de soja de promedio”
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Mientras el campo cruza los dedos para que las lluvias anunciadas por estas horas se hagan realidad y traigan consigo una dosis de alivio, el daño en algunos rubros del agro ya es irreparable. Se estima que el rendimiento de la soja se reduzca como mínimo en un piso de unos 1.000 kg por hectárea (ha) frente a la zafra pasada –récord y excepcional por un clima benévolo– y unos 500 kg sobre el promedio de los últimos cinco años –lo que restará unos US$ 200 millones–, mientras que la ganadería podría perder un piso de 100 mil terneros, lo que implica un perjuicio que ronda otros US$ 100 millones.
El Poder Ejecutivo ya baraja la posibilidad de declarar la emergencia agropecuaria para los departamentos más afectados, y habilitar los mecanismos para la distribución de raciones.
Todo esto en un contexto complejo para el sector primario por sus márgenes de rentabilidad en roja en varios rubros y las previsiones oficiales de un estancamiento para el desempeño del agro en 2018. Según Opypa, el PIB agropecuario cerraría estable este año con un magro 0,01%.
Cuando arrancó la zafra de la campaña 2017-18, la mayoría de los agricultores era consciente que sería prácticamente imposible repetir la zafra récord en materia de rendimiento que dejó la campaña anterior que llevó a una cosecha de 3,2 millones de toneladas con un promedio por hectárea (ha) de 2.951 kg. Ello empujó a que las exportaciones de la oleaginosa crecieron 40% en volumen y generarán divisas por unos US$ 1.200 millones (tercer rubro por detrás de la carne vacuna y la celulosa).
Sin embargo, esa foto prácticamente se borrará por completo y el desempeño de la presente zafra puede ingresar al podio de las peores campañas de la oleaginosa en la última década.
El ingeniero agrónomo, Esteban Hoffman, director de Unicampo y docente de la Facultad de Agronomía, declaró a Punto de Equilibrio de radio Carve que la seca que azota al país provocará un rendimiento de al menos 1.000 kg por debajo al obtenido en la zafra pasada. «Ojalá me equivoque; pero no creo que tengamos 2.000 kilos de soja de promedio país», proyectó.
El experto explicó que más allá de que las probables y tenues precipitaciones anunciadas para esta semana puedan paliar la situación, hay cultivos donde el daño ya es irreparable. Hoffman recordó que esto obedece a que el «período crítico» para la mayoría de las sojas ya ingresó hace 15 días atrás. Dijo que hay varias chacras que ya «voltearon las chauchas» y que hay plantaciones que está en la «frontera de sobrevivir».
En ese sentido, el experto recordó otros episodios de sequía como los de 2008-09 y 2010-11 donde los rendimientos rondaron los 1.700 kg/ha promedio. «Hay que ser sinceros. Hoy estamos en un escenario que será difícil llegar a los 2.000 kg por hectárea», reconoció. Esto porque además las zonas de mayor potencial de rendimiento –como Dolores– son de las más afectadas.
La Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) estimó un área de siembra de soja para la campaña de 2017-18 de 1,060 millones de ha (un 4% por debajo de la anterior). Asumiendo un techo de rendimiento de 2.000 kg/ha, la cosecha de soja llegaría a 2,12 millones de toneladas. Esto implica un descenso de al menos un 1 millón de toneladas respecto a la campaña récord anterior (unos US$ 345 millones menos).
Mientras que se si compara con el promedio de 2.500 kg/ha de los últimos cinco años –valor que los agricultores estiman se cubren los costos de producción–, la producción se reduciría en unas 530 mil toneladas (unos US$ 183 millones). Ese descenso de la producción implicará que se contraten 17.500 fletes de camiones menos.
«Hay menos granos para reservas y fibra. Va ser un 2018 muy largo tanto para la ganadería como la lechería», dijo el ingeniero agrónomo Esteban Hoffman.